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Guía dirigida a madres, abuelas y otras personas para ayudar a jóvenes atrapadas en la prostitución o la trata sexual

Parte 2 ~ Sugerencias para iniciar

Las siguientes sugerencias no aparecen necesariamente en orden de importancia y tal vez quieras proceder en un orden diferente al que aquí planteamos. Por ejemplo, podría ser que lo primero que quieras hacer es acudir a la policía, pero hemos cubierto este aspecto en otra sección para abordarlo más detalladamente.

Trata de averiguar tanto como puedas qué está ocurriendo con tu hija. Cuanta más información específica te sea posible desarrollar por ti misma, mejor será la respuesta que podrás obtener de las autoridades. Las principales preguntas que querrás responder son: ¿Qué está haciendo mi hija? ¿Con quién lo está haciendo? ¿Dónde se encuentra ella? ¿Quién tiene cuál información? ¿Cuáles otras evidencias existen? Pregúntales a docentes, amistades, vecinas/os, propietarios/as de negocios, jóvenes y más gente. Tal vez desees compartir directamente con algunas personas la sospecha de que tu hija pudiera estar siendo prostituida. A otras quizás quieras preguntarles en forma menos directa. Además, en ocasiones conviene que sea alguien más, no tú, quien se acerque a ciertas personas. Por ejemplo, podrías querer que otras madres y padres hablen con sus propias hijas e hijos para averiguar qué saben. O si has acudido a la policía, a menudo es mejor dejar que ésta entreviste a otras/os jóvenes.

Da tu número telefónico a cualesquiera personas con quienes sientas comodidad de compartirlo. También es buena idea darles el número telefónico del agente investigador que trabaja en el caso de tu hija, si es que ya presentaste una denuncia. Ciertas personas pueden sentirse más cómodas hablando directamente con la policía. Además, dales el número de alguna de las líneas telefónicas de ayuda que incluimos más adelante, ya que algunas personas podrían querer obtener ellas mismas la información antes de decir algo de lo que saben. Una manera de hacer esto es producir tarjetas con los números relevantes y las entregues a la gente. O si te parece más apropiado, haz un volante que contenga la fotografía de tu hija, información pertinente y números telefónicos a los que la gente pueda comunicarse contigo y/o contactar a las autoridades.

No vaciles en volver a hablar con las personas una y otra vez. Tu primera conversación podría alentarlas a que piensen y hablen con otras. Nunca sabes cuándo podrían recibir nueva información.

  • Además de hacer preguntas sobre la chica individual, intenta también averiguar si en el área hay otras jóvenes que han sido reclutadas, proxenetas conocidos/as trabajando en esa zona u hoteles donde se permite la prostitución. Si hay proxenetas que trabajan en el área, es casi seguro que han intentado reclutar a otras niñas, quizás también a niños. Y puedes tener la certeza de que otras madres y padres se molestarán tanto como tú al enterarse de esto, lo que propicia que trabajen conjuntamente para lograr que se arreste al/la proxeneta y otras personas


  • Si siempre has tenido cuidado de no invadir la privacidad de tu hija, éste podría ser un momento en que su seguridad es más importante. Considera revisar sus registros de llamadas telefónicas, su computadora, ropa y habitación para encontrar pistas de dónde está ella y lo que podría estar haciendo.

Inicia de inmediato un cuaderno de apuntes y mantenlo actualizado. Una de las cosas que te será más útil es mantener en un cuaderno toda tu información: los nombres y números telefónicos de personas con quienes has hablado; la información que te dan; las fechas en que haces denuncias; los nombres de funcionarios/as y trabajadoras/es sociales, así como notas sobre conversaciones. Haz una lista continua de las evidencias que consigas. Además de las complejas tareas de sacar a tu hija de la prostitución, la tensión emocional de preocuparte por ella dificulta recordar aun los detalles más importantes. De modo que empieza inmediatamente un cuaderno de apuntes. Mantenlo contigo y comienza a hacer notas tan pronto como te sea posible. Tu cuaderno te servirá una y otra vez. Si lo llevas y tomas notas mientras hablas con agentes y autoridades, eso de por sí generalmente logrará que te traten a ti y el caso de tu hija con mucha más seriedad.

In addition, make sure you always have a notebook and pen by the phone.

Además, asegúrate de tener siempre un cuaderno y bolígrafo junto al teléfono.

Comunícate con una o más de las líneas de ayuda gratuitas, confidenciales y de 24 horas para casos de prostitución y trata sexual. Tan pronto como empieces a sospechar que tu hija podría estar siendo prostituida, llama a alguna de las líneas de ayuda que figuran a continuación. No dudes en llamar una y otra vez a medida que te surjan más preguntas. ¡Estas líneas están allí para ayudarte! (La prostitución infantil y la trata sexual son básicamente una misma cosa, así que no vaciles en llamar a cualquiera de estos números.)

  1. Children of the Night [Niñas y Niños de la Noche], línea nacional gratuita y confidencial para casos de prostitución infantil
    1-800-551-1300 (se habla español)

  2. Polaris, línea nacional gratuita y confidencial para casos de trata sexual
    Línea multilingüe      1-888-3737-888
    Línea en coreano      1-888-976-5274
    Línea en español      1-888-80-AYUDA (1-888-80-29832)

    Si para ti fuera más cómodo escribir un mensaje electrónico, envíalo a Report@PolarisProject.org.

  3. Bilateral Safety Corridor Coalition [Coalición para un Corredor Bilateral de Seguridad] (frontera entre Estados Unidos y México)
    Línea bilingüe (español / inglés) de crisis y denuncia de trata sexual que opera las 24 horas del día, siete días a la semana
    En Estados Unidos llama a: (619) 666-2757
    En México llama a: (664) 686-1717

¡Dale a tu hija uno de estos números (o todos)! Si aún estás en contacto con tu hija, asegúrate de que ella tenga estos números y sepa que son líneas confidenciales (y gratuitas, a excepción de las líneas de la Coalición para un Corredor Bilateral de Seguridad). Trata de que memorice por lo menos uno de estos números, ya que a menudo los/as proxenetas confiscan el teléfono celular de las chicas. Dales estos números a otras personas que pudieran estar en contacto con tu hija.

Hay muchas cosas que las personas que operan estas líneas de ayuda pueden hacer por ti y por tu hija:

  • ¡Te tratarán con respeto!
  • Saben mucho sobre la prostitución y la trata sexual. Pueden brindarte información y te ayudan con tus preguntas y temores.
  • Si tu hija llama a estas líneas, la ayudarán en numerosas maneras, incluso haciendo arreglos para llevarla a un lugar seguro.
  • Te pueden informar sobre los recursos disponibles en tu área.
  • Pueden ayudar a orientarte hacia el siguiente paso.
  • ¡Comprenden lo que está sucediendo!.

También es buena idea dar estos números a las personas con quienes estás hablando sobre la situación de tu hija. Diles que las líneas son confidenciales. Nunca sabes cuándo una persona tiene información pero querría obtener más por sí misma antes de dártela a ti o a las autoridades.

Escoge una fotografía de tu hija y haz múltiples copias. O haz un volante. Mostrar fotos de tu hija no sólo ayuda a que las personas intenten recordar algo, sino también las motiva a querer colaborar. Así que haz muchas copias. Escribe tu número telefónico al dorso de cada una. ¡Nunca des a nadie el original de la foto!

Mejor aún, haz un volante con la fotografía, como también con información pertinente y los números a donde la gente pueda comunicarse contigo y llamar a las autoridades. Si se te dificulta hacer un volante, puedes contactar a la Fundación Polly Klass, donde te ayudarán a elaborarlo (visita el sitio http://www.pollyklass.org o llama a 1-800-587-4357).

Si aún tienes alguna comunicación con tu hija...

Si tu hija se mostrara anuente a sentarse y hablar abiertamente contigo, estás en una buena posición para empezar a trabajar con ella a fin de conseguirle la ayuda que necesita. Si te encuentras en esta etapa, lee la Parte 5 ~ De vuelta a un futuro.

Pero si acabas de empezar a sospechar que tu hija está siendo prostituida, es muy probable que ella se empecine en no responder todas tus preguntas sobre lo que está haciendo y la gente con quien está tratando. Esto puede ser sumamente frustrante para ti, sobre todo si eres su madre. Sin embargo, si ella se niega a hablar contigo, ¡no entres en pánico! ¡No te enojes con tu hija! ¡No la confrontes! ¡Y no la interrogues!

Éstas son unas instrucciones muy difíciles para una madre que está en extremo preocupada por su hija. Pero quizás ya sepas que, si la confrontas o interrogas, ella simplemente se va a cerrar aun más. Lo que te conviene hacer es mantener las líneas de comunicación tan abiertas y constantes como sea posible. Trata de recordar que cualquier chica a quien se le esté reclutando para la prostitución está siendo halada y coaccionada por fuerzas que ella difícilmente es capaz de controlar o incluso comprender.

Entonces, en vez de intentar obtener más información de ella, prueba esta táctica: ¡Dale información a tu hija... con calma, con firmeza y amorosamente!

En lugar de confrontarla o interrogarla, encuentra tus propias palabras para brindarle información que pueda ayudarla. (Infórmate tú misma lo más que puedas antes de hablar con ella. Trata también de obtener materiales escritos para que tú o alguien más puedan pasárselos a tu hija.)

Las siguientes son algunas cosas que puedes decirle a tu hija, o pedirle a otra persona que se las diga.

Dile que la amas y estás muy preocupada por su seguridad. Dile que temes que esté siendo prostituida, pero que aun si éste no fuera el caso, hay algunas cosas importantes sobre la prostitución que toda chica debería saber.

Dile que muchísimas jóvenes son seleccionadas y engañadas para entrar en la prostitución. Explícale cómo funciona esto. Dile que los/as proxenetas suelen empezar siendo muy agradables, le compran cosas a una chica, fingen amor, le regalan dinero y drogas. Luego la aíslan de su familia y otras personas que podrían ser capaces de ayudarla. A veces la aíslan llevándola a otra ciudad que ella no conoce. En otras ocasiones la aíslan simplemente degradando con frecuencia a la familia y las amistades de ella. Una vez que la joven ha quedado aislada, ése es el momento en que el/la proxeneta aumenta los insultos, la violencia y las amenazas para aterrorizarla y e infundirle miedo de intentar escapar.

Sin caer en un dramatismo exagerado, dile que la prostitución a menudo conduce a la muerte de la persona prostituida, ya sea debido a homicidio, suicidio, infección por VIH o sobredosis de drogas. Y que la prostitución siempre está provocándole un daño grave a su espíritu.

Explícale que los/as proxenetas suelen decirle a una chica que, si ella intenta obtener ayuda, la van a perseguir a ella o a su familia y las van a matar. Dile que si alguna vez ella se encontrara en ese tipo de situación, de todos modos siempre debería buscar maneras de escapar pues tú no tienes miedo y porque hay muchas maneras de protegerla a ella y protegerte tú.

Dile a tu hija que si alguna vez estuviera en una situación así, tú siempre estarás dispuesta a ayudarla, sin importar lo que pase. Repítele que ella ¡siempre tiene que pensar en formas de escapar! Dile que siempre debe tratar de averiguar dónde se encuentra y buscar a una persona en quien pueda confiar.

Dile que los/as proxenetas también tratarán de infundirle miedo de acudir a la policía, ¡pero que no debería sentir temor de hacerlo! Si logra llamar a la policía, ella debe decir que está siendo retenida contra su voluntad y teme por su vida.

Dile a tu hija que quieres que haga algo para ti. Quieres que memorice un par de números telefónicos porque los/as proxenetas a menudo confiscan los teléfonos celulares de las chicas. Haz que ella memorice el nombre y número de una de las líneas nacionales de ayuda que figuran más arriba. Además, asegúrate de que sepa cómo llamar a la línea 911.

Pregúntale si estaría dispuesta a hacer una cosa más. Pídele que por favor tenga una conversación telefónica con Polaris o Niñas y Niños de la Noche. Si ella está anuente a hacer esto, marca tú el número, sal de la habitación y déjala que hable en privado.

Si tu hija no quiere seguir comunicándose contigo, pregúntale si hay alguien más con quien estaría dispuesta a mantenerse en contacto, sólo para que puedas saber que ella está bien.

Dile a tu hija que ahora mismo sabes de un programa donde ella puede obtener ayuda. Trata de tener a mano la información escrita sobre el programa para que puedas dársela de inmediato.

Convence a tu hija de que siempre existe ayuda y siempre hay esperanza. Pídele que, sin importar cuáles insultos le lancen, trate de mantenerse fuerte recordando que es amada, que merece escapar, ser libre y recibir ayuda.

NOTA: Si tu hija no puede sentarse tranquila ni siquiera para este tipo de conversación, pídele a alguien más que hable con ella. Trata de pensar en una o varias personas (a) a quienes tu hija quiera escuchar y (b) que sean maduras para transmitir el mensaje con toda seriedad. Considera a maestras o maestros por quienes tu hija sintió afecto en el pasado, a otras personas de la familia, vecinas/os, madres o padres de amistades de tu hija, clérigos/as, etc. Dales la lista de cosas que quieres que tu hija sepa. Pídeles que intenten contactar a tu hija o que estén listas/os para hablarle en cualquier momento en que pudieran llegar a comunicarse con ella.

Si tu hija admite que está siendo prostituida... o dice algo como: “¿Y qué si lo estoy siendo?” “¿A ti qué te importa?” o “¿Qué vas a hacer al respecto?”, dile que harás todo lo que sea posible para sacarla de la prostitución porque ésta es tan peligrosa y no soportas la idea de que ella resulte lastimada. Repite la misma información que leíste arriba. Haz todo lo que puedas para controlar sus idas y venidas mientras involucras a otras personas para que ayuden, aunque controlar los movimientos de tu hija sin duda alguna será más difícil a medida que llegue a la adolescencia. Además, ten en mente que tu hija podría o no estar diciéndote la verdad acerca de que está siendo prostituida.

Piensa en lo que podría estar motivándola. Hay numerosas formas en que una chica puede involucrarse en la prostitución, incluso muchas que son puramente accidentales. Es por esto que hemos preparado una sección de historias reales (ver Parte 6 ~ Seis historias de la vida real) sobre las diferentes maneras en que las jóvenes han sido empujadas a la prostitución. Aun así, los estudios muestran que un aspecto común en jóvenes que llegan a ser prostituidas es que sufrieron abuso sexual en la niñez. El abuso sexual previo hace que una chica sea vulnerable a la prostitución porque le roba la comprensión de que tiene el derecho a controlar su propio cuerpo, en especial su sexualidad. Tómate unos momentos para pensar si hay alguien que ha abusado sexualmente de tu hija o continúa haciéndolo. Si esa posibilidad existe, tendrás que afrontar también este problema y esforzarte por asegurar que esa persona sea retirada del hogar, la escuela o el vecindario.

Averigua más sobre cómo ayudar a recuperarse a una chica que ha sido o está siendo prostituida.

Aun si eres capaz de llevar a tu hija a casa y logras que se arreste a los/as proxenetas, el camino para ayudar a tu hija apenas ha comenzado. Los daños y el trauma de haber sido prostituida son muy profundos, especialmente para una persona muy joven. Además de estos traumas, tu hija podría también adquirido problemas de drogadicción, lesiones físicas, infecciones de transmisión sexual, desnutrición, problemas legales, vacíos educativos y más, sobre todo si ha sido prostituida por cualquier cantidad de tiempo. A menudo estas jóvenes necesitarán ayuda residencial a tiempo completo de personas que comprenden toda la situación. No basta con tratar de trabajar sólo en una parte del problema, como la drogadicción o las cuestiones emocionales o legales. Afortunadamente, cada vez hay más centros dedicados a ayudar a jóvenes prostituidas brindándoles una respuesta integral a todos sus problemas.

Cuanto más sepas sobre los recursos disponibles, más capaz serás de despertar en tu hija el deseo de aprovechar la ayuda.

Los siguientes son algunos recursos que ofrecen buena información y te dirigen a personas con quienes puedes hablar.

  • GEMS (Servicios Educativos y de Asesoramiento para Niñas) tiene una buena lista de centros en todo Estados Unidos que trabajan con niñas prostituidas. Visita el sitio de GEMS. Llama a algunos de los programas que figuran en su lista. Pregúntales sobre sus programas. Obtén sus materiales escritos para que puedas dárselos a tu hija y otras personas que estén dispuestas a dárselos a ella. http://www.gems-girls.org/serviceproviders.html

Involucra a otras personas de tu comunidad. Ya habrás escuchado la expresión “se requiere de toda una aldea para criar a una niña o un niño”. Pues bien, es aún más cierto que “se requiere de toda una aldea para salvar a una niña o un niño”. ¡Vas a necesitar ayuda! Mucha ayuda. Cuanto mayor sea la cantidad de personas a quienes involucres en tu causa – docentes, amistades, vecinas/os, la policía, otras madres y padres – más probable será que puedas ayudar rápidamente a tu hija. Pero, como ya sabes, podría ser difícil lograr que a la gente le importe de inmediato una chica que está siendo prostituida pues tantas personas mantienen la vieja actitud de que ella debe ser una mala niña.

Lo siguiente es algo que puedes decirle a la gente sobre la prostitución infantil que es tan obvio que podría lograr que más personas se preocupen e involucren – es tan evidente que, en cuanto lo digas, mucha gente se dará cuenta inmediatamente de que es cierto. El hecho es que el principal factor de riesgo para todas las niñas es la presencia de proxenetas y clientes en tu vecindario. Si en tu área hay proxenetas y clientes que van tras una niña, no pasará mucho tiempo antes de que vayan tras otra y otra más. Cada joven en el vecindario se encuentra en riesgo, especialmente las niñas.

Entonces, con sólo recordarles este hecho a las personas, es probable que puedas convencer a algunas de que, si trabajan juntas, todas ustedes salvarán del peligro a muchas niñas, niños y adolescentes. Dales a estas personas materiales escritos o las direcciones de los sitios disponibles en Internet que brindan ayuda a jóvenes en situación de prostitución. Pídeles que hablen con tu hija, de ser necesario una y otra vez. Dales la dirección donde se encuentra la guía que estás leyendo ahora mismo en
http://www.justicewomen.com/guide/index_sp.html

Obtén ayuda para ti misma. Además de buscar personas que puedan ayudarte con tu lucha, también es importante que trates de encontrar gente que esté dispuesta a escucharte y apoyarte emocionalmente. Para una madre y otras personas amorosas de la familia, es desgarrador ver que una joven está sufriendo explotación o abuso sexual. No pases por todo esto tú sola.

Ir a la Parte 3 ~ Cómo presentar la denuncia
ante la policía

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Traduccion por Laura E. Asturias / Guatemala

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